domingo, 18 de febrero de 2007

Fotos: tierras agrícolas de Azpitia

Esta galería de fotos corresponden a la llanura de la Primera Sección de la irrigación de San Vicente de Azpitia, Balcón del Cielo, Perú; donde se producen manzanas, melocotones, peras, uvas y panllevar. En Azpitia se produce el mejor pisco de uva quebranta mollar de la región.






























(Imágenes capturadas el 18 de febrero del 2,oo7)










Curiosidades de Azpitia


La sociedad, con sus modas, folclore y formas de vida siempre está en constante evolución. Sin embargo queremos transmitirle algunas curiosidades que aún subsisten en Azpitia.
Cuando la ama de casa está preparando los alimentos en una cocina a leña, que casi ya no se usa, y el fuego hace un ruido característico, ella dice que la candela está hablando por lo tanto es fijo que a los pocos momentos llegará visita, entonces tiene que tomar las precauciones necesarias porque habrá un invitado más en la mesa. Eso mismo ocurre si el lindo gatito de la casa se “lava” la cara, o el gorrión o pichiringo canta frente a la ventana. Otra curiosa costumbre consiste en apretar el pescuezo de un gato para expulsar la espina de pescado trabada por accidente en la garganta de una persona. A falta de michi es muy eficaz hacer gárgaras con jugo de limón.
En el ámbito de región, es muy sabido que el burro rebuzna minutos antes de las once de la mañana. Los antiguos campesinos que no portaban reloj se guiaban por esta señal y calculaban su tiempo para sus faenas. El burro con una precisión extraordinaria nos avisa cuándo va a llover, ya que momentos antes empieza a revolcarse. Asimismo cuando los rancheros desean construir un camino por la pampa y los cerros, sueltan un asno y por donde él se va, por allí trazan el camino; a falta de asno contratan un ingeniero. También es interesante saber que para desviar el cauce del río es muy efectivo arrojar sal en el lado que se desea apartar. Los ancianos decían que si aparecen grandes cantidades de pulgas en los perros es señal que se acercan buenos años de cosecha. Para acabar con estas pulgas mojaban con cerveza el pescuezo del perro. Y cuando el perro aúlla en las noches oscuras es porque ve las almas de los recién fallecidos y si canta la chirigua, una ave nocturna que solo se conoce por una figura de color sangre, alguien va a morir. Otra ave de mal agüero es la pacapaca, ave en extinción en Azpitia, ya que sus chillidos al anochecer anuncian alguna desgracia o enfermedad. También vienen enfermedades de cualquier índole cuando se forman halos alrededor del sol o la luna.
Las veteranas del pueblo tenían la creencia que los impuntuales y tacaños sufrían de estreñimiento y los chismosos y mentirosos tenían halitosis o mal aliento. El perejil es un veneno para los conejos y pajaritos.
Las afirmaciones aquí vertidas fueron recogidas de los pobladores más veteranos, en especial de las mujeres de Azpitia.
Los meses de estío son muy preocupantes para los agricultores por la escasez de agua, por eso esperan con ansia el aumento del caudal del río; esto ocurre en los meses de fin de año, pero nadie sabe el día con exactitud. La mejor señal lo dan algunos patillos que pasan volando en dirección a la sierra y regresan horas después o al día siguiente. Los agricultores ven esta señal con buenos ojos ya que con toda seguridad pronto repuntará el río.
Los grillos son eliminados si se encuentran dentro de la casa porque sus cantos anuncian pleitos familiares, por el contrario los alacranes cuyas picaduras son muy dolorosas, son bienvenidos y no se les matan porque traen buena suerte. Las picaduras de arañas, avispas, abejas u otros insectos se alivian de inmediato frotándose la zona afectada con las hojas de tres hierbas juntas de las más amargas que se encuentren, de preferencia achicoria, verbena y vinagrillo. También se alivian colocándose barro en la zona picada. Para tener buena voz y cantar hermosas melodías hay que comer huevos crudos de gallaretas y para ser astuto se debe ingerir el corazón apenas extraído de una lisa viva. Hay que tener cuidado con los pacaes, porque a pesar de ser muy agradables, cuando se come en exceso puede ocasionar la temible terciana, la misma que se vence con infusión de achicoria caliente.
El moquillo de los pollos, a falta de medicamentos prescritos por el veterinario, se cura quemando neumáticos en los corrales tratando que el humo invada todo el recinto. Para ahuyentar a las culebras de los alrededores de la casa, nada es más efectivo que quemar ajíes amarillos, pues el fuerte olor que despiden las pepas del producto repele a estos animales.
Un gran remedio recomendado por las abuelitas para mitigar la diarrea, es el agua de cáscara seca de granada con un poquito de azúcar rubia. Los retortijones y diarreas también se curan cubriendo repetidamente el vientre con papel de periódico caliente, las cuales se sujetan con las ropas interiores. Para eliminar los piojos existen varias maneras, una de ellas es usar a manera de shampoo la pepa de chirimoya con agua y un poquito de querosene. Una segunda opción es empaparse el cabello con una mezcla de vinagre con agua. Para el mal aire es conveniente pasarse un huevo o frotarse la cabeza con ruda macerada en pisco. Con esto también se cura y se previene el mal de ojo de los bebés. La ruda macerada en pisco, llamada sencillamente pisco con ruda, es la “divina pomada” contra las enfermedades causadas por los “malos aires”, mal de ojos y ciertos dolores de cabeza. Además para que los niños no sean ojeados, se les amarra una cinta roja en la cabecita o manitos; asimismo para que los niños crezcan con una dentadura fuerte le atan un colmillo de lobo marino en la mano izquierda. Para que los bebes caminen lo más pronto posible le soban repetidamente con guano de corral las piernas. Para aliviar el dolor de cabeza es útil colocarse tajadas de papas amarradas con totora sobre la cabeza; asimismo algunas cefaleas desaparecen ingiriendo zumo de apio y col. Sobarse la espalda con mitades de manzanas a todo lo largo de la columna vertebral, previene la calvicie.
En casa hay que tener mucho cuidado para que la leche de vaca no se derrame de la olla sobre el fuego al momento de hervir, sino las ubres del animal se inconan. Las mujeres están prohibidas de ingresar al cuarto donde se almacena el vino nuevo, esto como una medida de precaución porque pueden hallarse en sus días de menstruación y de ser así, definitivamente el vino se torcerá. El toro más bravo es dominado por el pastor que lo conduce si éste se coloca un trozo de boñiga de vaca en el bolsillo. Aunque parezca mentira, para destetar al niño, la madre se untaba sabia de aloe en los pezones. Este método se ha extinguido porque este vegetal tiene un sabor amargo que podría causar daños psicológicos en el niño. Cuando alguien muere colocan un vaso con agua bajo la cama del recién fallecido con la creencia de que el alma vendrá a mitigar su sed, misteriosamente el agua muchas veces desaparece. Para evitar el adormecimiento de los pies, resulta muy efectivo colocarse un lápiz o un palito sobre una oreja. Se llama "padrejón" a una enfermedad dolorosa en el vientre y cintura propia de varones causada por el exceso de trabajo o por cargar sobrepeso. Y "madre" en caso de mujeres, conocida por los médicos como ciática y lumbago pero que es curada por curiosos con suaves masajes, pócimas y ungüentos caseros. Los dolorosos calambres desaparecen si usted coloca un trozo de corcho bajo su almohada y otro pedazo lo lleva en los bolsillos.
Los troncos de los árboles cortados en tiempo de luna nueva, pronto se apolillan. Los chanchos no deben castrarse en esos días porque la herida se infecta y cuando esto ocurre es difícil curarlo sólo con ceniza.
Las picaduras de las abejas son muy útiles para aliviar la artritis. Igualmente las picaduras de los alacranes desaparecen las verrugas y algunos tumores. Las verrugas también se eliminan con leche de higo verde.
Si alguien sufre por accidente un fuerte golpe en el globo de los ojos, o si algún cuerpo extraño ha caído en el lugar, resulta muy eficaz un chorro de leche materna arrojada directamente de los pechos femeninos. Inmediatamente se aliviará el dolor y el cuerpo extraño saldrá del lugar.
Y siguiendo con esta intención de escribir las cosas curiosas de Azpitia, que quizás resulte bellas para algunos o cursi para otros, recordaremos que para acabar con el sudor de las manos es necesario agarrar por un rato los pies de un bebe fallecido. Cuando muere una persona adulta no debe barrerse la casa durante 8 días, de esta forma el luto se apartará de la casa.
Si el agua del río viene de color rojizo es señal de que no habrá buena pesca de camarones. Para volver cristalina el agua turbia se la remueve con tajadas de hojas de penca. Las yucas se siembran con los ojos de los tallitos para una sola dirección y cuando están a punto de cosechar no se le agostan porque pierden su harina. El maíz morado no debe sembrarse junto al maíz blanco para evitar el cruce de colores. Para que el vino salga dulce hay que trasegarlo más seguido y cuando el vino está a medio torcer se debe colocar un trozo de carne de res para que extraiga el ácido que le da mal sabor.
Los guardacaballos siguen a las yuntas de bueyes en busca de lombrices y los papagayos se frotan los ojos con el ají antes de comérselos; cuando una bandada de estas aves se posa sobre un potrero a comer ajíes, uno de ellos hace de vigía en un árbol cercano y da la voz de alarma ante cualquier peligro causado por el hombre. Si las plantitas de las macetas o del jardín de la casa se mueren es porque hay envidia y para contrarrestar ese mal debemos regar los alrededores con una mezcla de azufre, vinagre y aceite. El enjuagatorio del agua hervida con las raíces de la flemadera es santo remedio para las enfermedades de las encías y el dolor de muelas. Para sacar los malos aires de la casa hay que quemar un cuerno de venado y para sacar los resfríos de los músculos debemos aplicarnos ventosas con pisco. Para que no los agarren los aires dañinos al momento de huaquear, hay que frotarse con una pócima macerada basada en pisco, ruda, cargaviento, chutanca y maíz morado. Y para que los gentiles no se resientan hay que dejarle a manera de ofrenda un poquito de maíz tostado y pisco en la huaca. Si alguien se ahoga en el río en épocas de abundancia de agua, el río de inmediato desciende su caudal. Para matar una culebra a pedradas, hay que coger y escupir el proyectil, luego arrojarlo sobre el animal, de esta forma con toda seguridad la piedra dará en el blanco.
El hipo desaparece con un susto o sobarse el lóbulo de las orejas con los dedos mojados, luego beber una taza de agua de anís con limón y azúcar. El estornudo no debe ser escandaloso pero tampoco debe evitarse porque ejerce una acción liberadora capaz de vencer a la tristeza o depresión.
La infusión de los frejolitos y las hojas de paico coadyuvan eficazmente al tratamiento de las enfermedades intestinales causadas por bichos. Para prevenir los males de la próstata nada es mejor que ingerir abundante achiote. Debemos tener en cuenta que el consumo de ajos, pepinos y limones regulariza la presión arterial. Asimismo la odiada celulitis se trata bebiendo agua de retama y untando pulpa de palta en la zona afectada a manera de ungüento, luego sobarse repetidamente con la semilla de la misma fruta. Esto hacerlo diariamente por dos semanas.
La infusión de amor seco es un gran depurativo de la sangre, además es útil para vencer la tristeza y angustia causada por las decepciones amorosas. Las abuelitas curaban el dolor de garganta haciendo gárgaras con agua de tara. El agua de llanten aparte de constituir un desinflamante, es una gran bebida refrescante. Para los cálculos renales y biliares, nada es mejor que la chancapiedra.
Y para que el corazón siempre esté alegre, especialmente cuando el joven ha quebrado con la enamorada, no hay nada mejor que tomar agua de raíz de valeriana con hojas de naranja y romero. Para bajar la fiebre son muy efectivas las hojas de girasol; las ulceras exteriores e interiores se tratan con matico. Como diurético debemos de consumir achira. La naranja, aparte de tener abundante vitamina C, es útil para prevenir la arteriosclerosis. Para aliviar momentáneamente el dolor de muelas es muy útil poner en las caries un palito de clavo de olor molido. Y para decir adiós al insomnio, nada mejor que colocar hojas y flores de floripondio bajo la almohada, además beber un vaso de agua hervida con cascara de naranja y lechuga.
El estrés siempre ha existido, lo que pasa es que no sabemos definirlo, mejor dicho no puedo definirlo. En el campo cuando una persona esta triste, desganada, preocupada, nerviosa, agotada, le duele la cabeza, reniega mucho, grita, no habla, vive atronado, etc., sencillamente decimos que está de "mal humor". Pues ese "mal humor", según las abuelitas, se alivia tomando infusiones de manzanilla, tilo, verbena y agua de azahar. Además hay que comer bastante manzanas.
El "mal humor" es un tipo de estrés, es la respuesta de nuestro sistema nervioso a una situación que se percibe como un desafío o un reto que creemos no poderlos vencer. Los entendidos dicen que este fenómeno puede interpretarse como un mecanismo de lucha o huida, puesto que los cambios que experimentamos al sentir temor por algo, proporcionan también una potencia física para enfrentar al peligro o bien huir.
Algo muy generalizado en el Perú es colgar un limón en el pescuezo del perro para que este sane de sus enfermedades. El mejor remedio para secar una ampolla en los pies causada por el roce de los zapatos nuevos o en las manos por el manejo de herramientas, consiste en colocar unas gotas de savia del tallo de plátanos sobre dicha ampolla. La tizna de olla de barro producida por la leña, sirve para curar el herpes labial, más conocido como "lamido de araña". Colgar ajos en la cocina trae buena suerte y colocar limones produce tranquilidad.
En Azpitia, no hace muchos años, la guayaba se empleaba para controlar la diarrea. Asimismo contra el dolor de estómago, la indigestión y las inflamaciones de la boca y la garganta. Para esto se hierven las guayabas con cuya agua se hacen gárgaras o enjuagatorios. También hay personas que controlan el dolor de muelas mascando las hojas tiernas del guayabo. Un secreto para aliviar los terribles dolores de muelas consiste en colocarse un corcho quemado en el bolsillo del lado donde se ubica la pieza dental. Seguro que sentirá alivio.
La infusión de hojas de molle es de gran utilidad para combatir el mal olor bucal. El mejor tratamiento para aliviar las quemaduras es echar lo antes posible, agua fría en la zona afectada. Con la hierba luisa se prepara una bebida muy agradable y ayuda a superar los decaimientos; algunos creen que ejerce cierta acción contra la diabetes. La infusión de la hierba luisa además era usada en algunos hogares como fumigatorio contra las moscas. Una mezcla de perejil, aceite y sal introducido en el diente, calma el dolor producido por las caries. Una manera de vencer a la depresión es ingiriendo plátanos diariamente. Para controlar la diabetes es necesario consumir todos los días agua de canela con clavo de olor. Si hay imposibilidad de orinar, mientras se espera al médico, se recomienda someterse a un baño de asiento caliente y prolongado.
Las ortigas sirven para aliviar los dolores reumáticos, sacudiendo con ellas junto a las articulaciones enfermas.
Para disolver la "sangre molida" ocasionada por las contusiones, es útil colocarse pócimas con hojas de chupasangre, arnica y sal. Se ha comprobado que algunos tumores desaparecen con emplastos compuestos de cargaviento, chutanca, alhucema, ruda y sebo de carnero negro. Todos estos ingredientes se muelen en batán, luego se cocinan en olla de barro, colocándose caliente sobre el tumor, cubriendo la zona con lana de carnero y franela. Esto debe repetirse varias veces.
La savia de molle calentada con "suelda consuelda", es eficaz para curar las hernias en los ombligos de los niños. El resfrío común se alivia inhalando vapores de hojas de eucalipto, menta y trementina. Algunos campesinos trataban la temible neumonía con emplastos calientes de hojas de granadilla amarilla con excremento de chancho tierno. Aunque parezca mentira, resultaba un gran remedio contra este mal.
El humo de las hojas de eucalipto repele a los zancudos y mosquitos. Pero nunca duerma ni haga su siesta bajo las sombras de este árbol porque increíblemente se sentirá decaído y sin fuerzas.
Los niños sanaban de las enfermedades bronquiales, tomando en ayunas durante tres días, leche de burra negra. Para curar los males estomacales, tales como la indigestión, resultaba muy bueno beber por tres días una copa de leche de perra mal llamada "china" o calata. Es decir leche de la hembra del perro peruano. Los hematomas causados por golpes desaparecen sobándose repetidamente la zona afectada con un sapo vivo.
Por otro lado, cuando empieza la merma del rio y aparecen abundantes pejerreyes, es señal de un año de sequía.
Los viejos aconsejaban que ante los ataques nerviosos, pataletas o "berrinches" de los adultos, una de las primeras actitudes es mantener la calma. Estas pataletas constituyen signos de inmadurez que pese a lo aparatoso y teatral que resultan, no suelen tener un carácter grave. La persona grita, llora y hasta parece que va enloquecer o perder el sentido. Pero no se preocupe y no haga esfuerzos por sujetar al paciente ya que seguramente conseguirá agravar el asunto. El paciente no pierde el equilibrio por tanto las caídas o golpes son injustificados. Lo mejor es esperar que se tranquilice luego converse con él y deje que le cuente el motivo o problema. Sin duda esta es la mejor terapia.
Los remedios caseros que aquí hemos anotado, no son aceptados plenamente por la ciencia y no han sido incluidos dentro de la Farmacopea Nacional, por lo tanto sólo debemos considerarlas como medicinas folclóricas y no experimentar con nuestra salud, a pesar que la eficacia de ellas ha sido comprobada por muchos campesinos, quien sabe, en muchos casos por la fe en el producto o sencillamente por tratarse de placebos. De ser así estaríamos en lo correcto ya que en los laboratorios farmacéuticos se producen muchas sustancias que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, producen efectos curativos en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción. En los vademécumes internacionales abunda esta clase de medicamentos. No obstante, para tratar nuestras enfermedades debemos guiarnos por las prescripciones del médico.
En tiempos que no había luz eléctrica en la plazuela de Los Fundadores de Azpitia, muchos a la luz de la luna, vieron al centro de la plaza, la figura de un hombre vestido de soberano inca. Creen haber notado que la capa era azul con bordados en oro, sobre su cabeza tenía plumas, una borla y el chucu o casco. Su mano derecha se apoyaba sobre un cetro y en la izquierda sostenía un escudo y un banderín con flecos. La cintura cubierta por una especie de faja dorada y la túnica de color blanco tenía motivos amarillo brillantes. En la rodilla aseguran haber visto unos flecos y sus pies calzaban sandalias. Este extraño hombre tenía todas las indumentarias de un antiguo emperador peruano. Era alto y arrogante y los que le vieron sintieron miedo pues no se atrevían volver a pasar por ese lugar a altas horas de la noche. Con la instalación de la luz pública, desapareció esta figura pues ya nadie asegura haberlo visto. Los azpitianos saben que bajo la pequeña plaza de Los Fundadores existen muchos restos que pertenecieron a los antiguos peruanos.

(Condensado del Libro: Tiempos, ¿Leyenda o Historia?, Primera Edición, publicado en agosto del 2,004)

martes, 13 de febrero de 2007

Una obra importante en Azpitia

La Plaza de Los Fundadores
Los nuevos vecinos que ya forman parte de la población de Azpitia, desempeñan un papel importante en el desarrollo de esta localidad. Una manifestación especialmente interesante cuya huella está a la vista de todos, es el empedrado de la plaza de Los Fundadores.
El 11 de marzo del 2,005, terminada la Santa Misa Patronal, la anda con la imagen de San Vicente Mártir fue ubicada en el frontis del templo para la inauguración de esta obra, la cual fue apadrinada por todos los presentes. El empedrado se realizó gracias al aporte y participación de la señora Martha Valencia y esposo Sr. Carlos Hernando Frías, quienes sufragaron todos los costos de la obra valorizada en mas de diez mil nuevos soles. Las piedras fueron buscadas, seleccionadas y traídas desde la boca del río Mala, en cuya labor participaron varias damas de Azpitia.
El desprendimiento y el profundo amor demostrado hacia esta tierra por parte de los esposos anunciados merecen el reconocimiento de la presente y nuevas generaciones. Pero es ahora cuando debemos reconocer y perennizar este valioso aporte brindado voluntariamente por estas buenas personas.
El sacerdote RP Julio Ontiveros López, bendijo la obra en medio de la numerosa concurrencia que se había dado cita, donde la señora Martha Valencia, una dama jovial, sencilla, que se ha ganado el aprecio de la población, al momento de la inauguración manifestó:
"Queridos vecinos: hace algunos meses, después de la misa de los domingos, conversábamos con nuestro querido Párroco, el Padre Julio, de la necesidad de arreglar nuestra querida Plaza de los Fundadores. Esa misma preocupación la compartimos con nuestro Agente Municipal y vecinos de Azpitia.
Entonces, ante diferentes iniciativas y la autorización de nuestro Agente Municipal, emprendimos el empedrado de la Plaza de los Fundadores, que hoy remozada entrego a nuestro querido pueblo.
No puedo, sin embargo, dejar de agradecer en primer lugar al pueblo de Azpitia por brindarnos a mi familia y a mí, el cariño que nos han dado desde que llegamos a esta hermosa y acogedora tierra. A todos, mil gracias. Permítanme igualmente agradecer de forma especial a mis amigas: Estela, Malena, Julia, Elsa, Susana, Dina, Elba y Lucy; a las que he llamado "Las Superpoderosas". Igualmente a sus hijas que las reemplazaban cuando ellas no podían asistir. A ellas, que de una forma silenciosa y dándose un tiempo de sus labores del hogar y de su trabajo, me ayudaron en la recolección de todas las piedras que hoy lucen en nuestra hermosa plaza. También a Máximo Chumpitáz y su querida esposa, a Teresa y Raúl, Llony y su esposa; y, por supuesto, a nuestra querida "mamita" Elba y Felipe, su esposo, que de una forma desinteresada y demostrándome la calidad humana y los sentimientos hacia su tierra, nos donaron bolsas de cemento necesarias para la construcción.
No puedo dejar de lado a mi esposo Carlos, quien siempre estuvo listo para apoyarnos en todas las labores. A todos, mil gracias.
Señor José Arias, Agente Municipal de Azpitia, le hago entrega formalmente esta hermosa plaza, al haber cumplido el ofrecimiento que le hiciéramos a Ud. y al Padre Julio, en su momento.
Muchas gracias.

Los esposos Hernando-Valencia, no sólo han hecho posible este magnífico empedrado de la plaza, sino que con su peculio han pintado la fachada de todo el contorno de la Plaza de los Fundadores, incluido el centro educativo, la iglesia y la municipalidad.
La Agencia Municipal recibió de los mencionados esposos un escritorio de madera y una hermosa mesa para conferencias, así como faroles y cortinas. Dos computadoras con impresora fueron entregadas una al Comité de Regantes de Azpitia y otra a la Comisión de Regantes 04, ambas con oficinas en el local municipal. El local de la Asociación San Vicente Mártir, también recibió un equipo de bombeo de agua, para abastecer la cisterna que se encuentra en el techo del segundo piso, con el cual se solucionó la falta de este líquido en dicha sede. A fines del 2,006, ofrecieron en donación un terreno de mil metros cuadrados, valorizado en más de diez mil dólares, para uso exclusivo de las instituciones religiosas de Azpitia.
Aparte han otorgado otros aportes a favor de la iglesia, la escuela, asociación patronal, canalización de acueductos, Agencia Municipal, etc.
Esta plaza merece un cambio radical para su embellecimiento. Estamos seguros que esto se realizará sólo con el aporte del pueblo o algún mecenas, como el caso del empedrado, porque de las autoridades municipales no podemos esperar nada.

lunes, 12 de febrero de 2007

Azpitia: después del 2,000


Azpitia obtiene un brusco cambio a partir del año 2,001, con la llegada de nuevos vecinos que le dan otros rasgos a esta apacible comarca de agricultores. La entrada a Azpitia de nuevos elementos de población procedentes de Lima y otras ciudades del Perú, con sus nuevos aportes culturales, a menudo se adaptaron y en otros casos se superpusieron o desplazaron a algunos pequeños propietarios del lugar.

A partir de ese momento se produjeron notorios avances en todos los frentes, sobre todo en la edificación de viviendas y en cierta forma al comienzo de un proceso de diferenciación en algunas familias del lugar, dejando la agricultura para acomodarse a los nuevos empleos generados dentro del pueblo y otros negocios, especialmente en el rubro de restaurantes.

Se registró un cambio acelerado con el aumento de vecinos que llegaron a Azpitia a construir sus casas, algunos sólo para pasar los fines de semana y otros para afincarse en el lugar. También hay quienes no participan directamente en los asuntos sociales de la comunidad; otros sí se identifican totalmente con el pueblo, apoyando y participando en la vida social. Pero Azpitia es un pueblo con suerte porque la mayoría de sus nuevos pobladores son excelentes ciudadanos que de diferentes formas vienen colaborando para la transformación del lugar. Claro, como ya lo he dicho, hay algunos que son indiferentes a la vida del pueblo y permanecen muy aparte sin interesarle en absoluto cualquier cambio en este lugar que le cobija.

La mejor manera para que los pueblos se desarrollen es albergando a ciudadanos de nivel superior, sobre todo cultural e intelectual, luego imitar y copiar a estas personas y tratar de superarlas. No obstante ninguna sociedad puede desarrollarse si sólo se dedica a imitar a los demás. Es necesario perfeccionar y superar lo aprendido de los vecinos. Si sólo pretendiéramos imitar a los demás, entonces quiere decir que nosotros no valemos y los otros son mejores. Ergo creo tener presente lo expresado por don Manuel González Prada: “Si los hombres de genio son cordilleras nevadas, los imitadores no pasan de riachuelos alimentados con el deshielo de la cumbre”

Sin embargo, Azpitia es una comunidad abierta donde todos tienen la libertad de participar. Es verdad que Azpitia tiene su propia identidad forjada a través de cien años de palpitante historia, pero esa identidad no debe caer en conservadora, cerrada ni patriotera en extremo por decirlo de alguna forma. No estamos solos, tampoco somos los únicos, sólo somos un pueblecito más. Todos amamos y nos debemos a la tierra que nos vio nacer, como el árbol a la tierra fecunda donde crece, y luchamos para conseguir su bienestar y desarrollo, pero no podemos ser tan “nacionalistas” porque más de la mitad de la población de Azpitia no nació aquí. Ningún pueblo puede vivir aislado en estos tiempos de globalización universal, todos necesitamos de los demás. El exceso de apego a lo nuestro nos puede convertir en patrioteros que es la pasión de los necios y nos convierte en empíricos. Para obtener ventajas debemos tener un espíritu practico buscando la luz en todas partes y aceptar el bien y la calidad, viniera de donde sea.
Que quede claro, ser nacionalista es querer y defender lo nuestro, es tener apego a nuestra nación y cuanto nos pertenece. Eso esta bien. Pero el nacionalismo también es una doctrina política que exalta la personalidad nacional en todos los ordenes y tiende a la exclusión de las ingerencias extranjeras, es decir no acepta lo que viene de fuera, especialmente en las autoridades.


Seamos sinceros, foráneos construyeron el canal que riega estas tierras, foráneos construyeron las mejores casas, foráneos aliviaron la economía, foráneos perfeccionaron la agricultura, foráneos nos prestaron su ayuda... Lo único que falta es que foráneos escriban nuestra historia. Es decir, si aún no lo han hecho.
A todo lo anunciado sumemos el esfuerzo también de la gente de Azpitia. Aquí el pueblo sin ayuda de nadie construyó la escuela, los caminos, el templo, los puentes y todas las obras existentes para el bien común. Una de las obras importantes y que no goza del realce que se merece es la carretera de Calco, donde los hombres y mujeres de Azpitia mojaron la tierra con su sudor al construirla.


Sin embargo, a partir del año 2,000, la población de Azpitia cambió sobremanera en lo referente a la participación en los trabajos comunales. Hay falta de voluntad en el pueblo para los trabajos comunales y las autoridades dejaron de convocar para la limpieza de caminos y calles, en vista que los pobladores demostraban su resistencia para estas faenas. Pero todavía estamos a tiempo para retomar esta ancestral costumbre de participar en todos los trabajos en beneficio del bien general. Queda pues entendido que sólo con la unión y el esfuerzo de todos, seguiremos construyendo está sociedad para las nuevas generaciones.

domingo, 4 de febrero de 2007

GENEALOGIA DE LA FAMILIA ABURTO

ORIGEN

La palabra ABURTO quiere decir BAS AURTENEAN que significa en castellano “estar en medio monte o bosque”. Es de la provincia de Alava con antigua e infansona casa solar en la ciudad de Vitoria, con notoriedad en el siglo XIV. Los más destacados genealogistas coinciden en afirmar que es lo mismo Aburto, Agurto, Basurto y Burton y el sufijo locativo “to” que significa “lugar de salicarias”, en lengua vasca.

HERÁLDICA

1. De Gules con Castillo de Oro
2. De plata con una Cruz de Calatrava, medio costado de oro.
3. De oro con dos lobos andantes uno sobre otro


GENEALOGÍA

En 1570, don Sancho Aburto, natural de Bilbao, se casó con doña Mencia de Arrieta, natural de esta ciudad, estableciendo allí su nueva casa solar. Fruto de ese matrimonio nació un hijo llamado Juan Aburto, que efectuó su enlace con doña Francisca de Alava, natural de Vitoria. Tuvieron dos hijos:
1. Antonio Aburto y Alava, nacido en Vitoria, se inició como paje del Rey Felipe IV, y después Caballero de la Real Orden de Alcántara en 1628.
2. Pedro Aburto y Alava, fue paje de Su Majestad, vistió el Hábito de la Orden Militar de Alcántara en 1628 y fue Colegial Mayor del Arzobispo de la Universidad de Salamanca.
Don Antonio Aburto y Alava se casó con doña Catalina Salcedo, natural de Soria y tuvieron tres hijos:
1. Juan Miguel Aburto y Salcedo, natural de Soria y Caballero de la Real Orden Militar de Alcántara en 1662.
2. Francisco Antonio Aburto y Salcedo, nació en Vitoria y también ingresó en la Orden Militar de Alcántara en 1662. Fue un valeroso soldado a quien el Rey Carlos II nombró Gobernador de Flandes y más tarde Capitán General de Castilla. Fue Comisario General de Infantería y Caballería de España, Virrey, Gobernador y Capitán General de Flandes y Cataluña y Comendador de Esparraguera, Barcelona. Obtuvo la merced de Marqués de Gaztañaga en 1686.
3. Iñigo Eugenio Aburto y Salcedo, nació en Vitoria e ingresó a la Real Orden de Santiago en 1676, después de hacer patente la nobleza de su sangre.

De los tres hijos mencionados, fue el hijo mayor de don Francisco Antonio, llamado don Antonio Aburto, el que emigró al Perú, en el mismo galeón donde vino el Virrey don Melchor de Navarra y Rocafúl, Duque de la Palata, en 1681.
Éste se estableció en el poblado de Mala, provincia de Cañete, Perú, con otros vascos. Don Antonio Aburto tuvo en Mala dos hijas y un varón nacido en 1710, a quien le puso su mismo nombre. Éste se casó en 1734.
Una rama directa del solar de Aburto pasó a la provincia de Cádiz, morando en el puerto de Santa María y en Jerez de la Frontera.
Algunos descendientes se afincaron en la provincia de Segovia, otros se establecieron en las villas de Guetaria y de Alegría, pertenecientes a Guipúzcoa.
Pero antes, una rama muy señorial pasó a México, con don José Aburto, siendo nombrado Alcalde Mayor de la Barca, estado de Jalisco en 1705.
Uno de los descendientes, llamado Pedro Aburto, fue Obispo de las Filipinas en 1595 y más tarde prelado mexicano, asistió al III Concilio Mexicano. Falleció en 1608.
Muchos caballeros de apellido Aburto se establecieron mayormente en Estados Unidos, México, Costa Rica, Perú y Chile. Actualmente se encuentran casi en toda América.

En 1740 nació en Mala don Juan Aburto, tuvo tres hijos, uno de ellos fue don José de la Natividad, quien nació en 1780, se casó con doña María Manuela Huapaya. De ellos nació don Prudencio Aburto Huapaya, el 4 de mayo de 1810. Se bautizó el mismo día en Mala, encontrándose su constancia de bautismo en el libro Nº 1, página Nº 27 de la Parroquia de San Pedro de Mala.
Don Prudencio Aburto, se casó con doña Matea Camacho y tuvieron varios hijos. Uno de ellos fue don Timoteo Aburto Camacho, el cual nació en Mala el 8 de enero de 1841 y fue bautizado en la iglesia del mismo lugar al siguiente día de su nacimiento. Su partida está en el Libro de Bautismos Nº 24, a fojas Nº 20 de la Parroquia de Mala.
Don Timoteo Aburto Camacho contrajo nupcias con doña Cecilia Francia y tuvieron cinco hijos. El segundo de ellos fue don Juan Aburto Francia, nació el 11 de octubre de 1864 y se bautizó dos días después. Su constancia de bautismo se encuentra en el Libro Nº 4 a fojas Nº 24, en Mala.
Don Juan Aburto Francia, se casó con doña María Trinidad Arias el 27 de noviembre de 1889, en la iglesia de Mala, hallándose su partida de matrimonio inscrita en el Libro Nº 3, a fojas Nº 120. Tuvieron 9 hijos: Timotea, Felipa, Vicente, Julia, Agustina, Luis, Ursula, Samuel y Pedro. De ellos Ursula y Samuel fallecieron a temprana edad.
Don Juan Aburto Francia, fue fundador y copropietario de la Irrigación de San Vicente de Azpitia, fundada el 11 de marzo de 1901.
Su hermano llamado Timoteo Aburto, igual que su padre, se alistó en el Ejército Peruano al estallar la Guerra del Pacífico, falleció luchando heroicamente contra los chilenos en Cruz de Hueso, cerca a Lurín, el 27 de diciembre de 1881.
Don Juan Aburto Francia falleció el 6 de mayo de 1913 y sus restos se encuentran en el Pabellón Santo Tomás, fila C del Cementerio Municipal de Mala, junto con los de su hijo Samuel. En el mismo cementerio, Pabellón San Vicente, fila E, se encuentran los restos de María Trinidad Arias, su esposa, fallecida el 17 de abril de 1947.
Actualmente han fallecido todos sus hijos: en Mala están sepultados: Timotea, Felipa, Julia, Ursula y Samuel. En Imperial, Cañete, está Vicente, y en Santa Cruz de Flores están: Luis, Agustina y Pedro.

Don Pedro Aburto Arias, el último de los hijos de don Juan Aburto Francia, nació el 4 de diciembre de 1905, en Bujama Alta, Mala, y fue bautizado el 15 de diciembre del mismo año. Su partida de bautismo está asentada en el Libro Nº 12 a fojas 160.
Don Pedro Aburto Arias contrajo matrimonio con doña Máxima Quispe Ruiz, el 17 de Febrero de 1926, en Mala. De esa fecha se trasladaron a vivir en Azpitia, se dedicaron a la agricultura. Tuvieron los siguientes hijos: Herminia, Juana, Félix, María, Gliceria, Urbana, Antonio, Juan, Magda, José y Aurora.
Juana Aburto, falleció en 1944, a los catorce años de edad y Urbana de pocos días de nacida.
Don Pedro Aburto Arias, falleció el 3 de noviembre de 1985 y está sepultado en el pabellón San Martín de Porres del Cementerio Municipal de Santa Cruz de Flores.
Doña Máxima Quispe Ruiz, falleció el 22 de julio del 2002, de 92 años de edad. Sus restos fueron sepultados al lado de los de su esposo Pedro Aburto. Al día de su muerte, doña Máxima dejó 9 hijos, 34 nietos, 39 bisnietos y 3 tataranietos.

(Estos datos corresponden a la familia ABURTO, asentada en San Vicente de Azpitia, valle de Mala, Perú. Contiene alguna información tomada del CLAN ABURTO, por Rodrigo Aburto Cuesta)




LOS INICIOS DE AZPITIA

EL DOCUMENTO HISTÓRICO

El 1º de marzo de 1,901, el Presidente de la República don Eduardo López de la Romaña, dicta la Resolución Suprema otorgando a don José Candelario Caycho, y otros, la concesión para irrigar las pampas de Azpitia. Este documento por razones de transporte recién llegó a mano de los solicitantes el 11 de marzo de 1,901. Era la Suprema Resolución que les otorga el derecho a la propiedad de la pampa de Azpitia, para lo cual los concesionarios salvaron todos los requisitos que allí se les imponía.
Ese día el sol caía de pleno en toda la quebrada. Un acentuado espejismo predominaba en la todavía inhóspita pampa de Azpitia; a la distancia se veían las tranquilas aguas del océano Pacífico; el río Mala discurría sus aguas turbulentas y el verdor de los cultivos en los repartos coloniales se observaban a los pies de los hombres que caminaban calurosos por la orilla del barranco.
Su líder los había convocado a la misma pampa para darles la buena nueva; allí estaban todos sobre las calientes tierras llenas de caliches; apeados los jinetes y ansiosos por conocer el tenor del documento que venía del Palacio de Gobierno de Lima.
Los fundadores sintieron bastante alegría cuando este documento histórico les fue leído y en ese mismo momento y lugar determinaron que el 11 de marzo de 1,901, sería la fecha de fundación de la Irrigación de Azpitia.

EL NOMBRE DE SAN VICENTE DE AZPITIA

En señal de gratitud al Altísimo y demostrando ser unos fervientes creyentes de los dogmas de nuestra fe, deciden tomar aquél 11 de marzo de 1901, como el día de la fundación de Azpitia y nombran a San Vicente Mártir, como su patrón. Existen en la comunidad las pruebas fehacientes de estos hechos, uno de ellos es el Libro de Actas de la Sociedad Irrigadora de las Pampas de Azpitia, que actualmente permanece en poder del Sr. Vicente Caycho Ruiz.
Se atribuye que escogieron a este santo español porque así reza este día en el Calendario Católico. Sin embargo la festividad de dicho santo fallecido en el año de 304 durante la persecución de Dioclesiano, se celebra mundialmente el 22 de enero (Dioclesiano fue el emperador romano Cayo Valerio que persiguió ferozmente a los cristianos).

LOS TREINTA VALIENTES

Estos trabajadores merecen recordarse porque en nuestra Historia Republicana apenas hay alguna que otra obra que se le asemeje.
Todos venían semanalmente a trabajar de lejos trayendo sus víveres y recados para su alimentación, mayormente a pie o en sus modestas acémilas. Pongamos como ejemplo sólo a los que venían de Bujama, ellos tenían que caminar algo de 20 kilómetros llevando a cuestas todo lo necesario para sobrevivir una semana de trabajo.
El medio de transporte lo componían jumentos, mulas y caballos; esos animales tan dóciles, tan sufridos y que tantos servicios han prestado a la humanidad, servían para el acarreo de todos los materiales y herramientas. Las cosas más preciadas en ese lugar agreste y lejos de su casa eran sus herramientas y su bestia de carga. El campesino de comienzos del siglo XX confiaba totalmente en su montura que les conducía por todos los caminos aún sin sombra como los de Azpitia. El animal de carga es el objeto de su predilección; cuando descansan es a él que dirigen su atención, al que primero dan de beber y nutren. Para su jumento o caballo buscan los mejores pastos pero una vez en la silla exigen de él todo lo que pueden dar.

Entre los medios de transporte, el asno cumplió un rol importante en la construcción del canal. Es un animal dócil que se adapta a cualquier clima y está bien dotado para caminar en todo terreno. Los campesinos dicen que llega a donde no lo hace el caballo y pueden girar en curvas muy cerradas. Aparte que son muy económicos porque son "buenos pobres" con su alimentación. Sobre sus lomos, los fundadores acarrearon leña, agua, tierra, herramientas y les servia para viajar a sus lugares de origen.
Aquí un paréntesis que quizás no tenga que ver con la historia de Azpitia, pero las Sagradas Escrituras nos recuerdan que el patriarca Abraham atravesó los abruptos terrenos del monte Moria montado en un asno. Eso mismo hizo Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén.
Así pues, aquellos hombres soportaron las privaciones que les imponía la jornada con una entereza y estoicismo verdaderamente heroicos. Muchas veces descalzos, con sed y hambre trabajaron abriendo los abismos por donde cruza el canal.
Pocas personas hubieran luchado con tanto tesón ni sufrido con tanta resignación los rigores del hambre y la sed, del calor y el cansancio como lo hicieron estos treinta humildes campesinos.
Los trabajos en tiempo de verano fueron los más penosos por los ardores de un sol abrazador y la sed que tanto atormentó a la mayoría. Si imaginamos este contingente al término de su labor en la tierra seca y salitrosa, nos parecería un puñado de hombres en derrota, incapaz de hacer algo grandioso. Sin embargo estos hombres se llenaron de gloria y son los verdaderos héroes de esta pequeña aldea y bajo su nombre sus descendientes están comprometidos a seguir luchando para mejorar lo que de ellos heredaron.
Ese ejemplo de lucha, es el que debemos seguir las nuevas generaciones y desterrar aquellos sentimientos decadentes que consisten en no mejorar las cosas que llegan a nuestras manos.
Debemos demostrar que los fundadores no sembraron en tierra estéril, que sus nietos, bisnietos o los hijos de éstos, así como los nuevos propietarios, continúan esa tarea de engrandecer a nuestra patria noble y generosa. Hay que borrar la creencia que el campesino es una persona adormecida y estancada. Sintámonos orgullosos de pertenecer a este lugar ubicado estratégicamente en dirección a los cuatro vientos: al norte apunta hacia las montañas de donde viene el agua que es fuente de vida; al sur se divisa el mar, puerta del mundo; al este donde nace el sol, dios de nuestros antepasados; al oeste la cadena de cerros cual muralla que protege la comunidad.


LOS FUNDADORES DE AZPITIA

1. José Candelario Caycho
2. Alejandro Valderrama
3. Nicasio Malca
4. Tomás Navarro
5. Juan Luis Caycho
6. José Manuel Caycho
7. Manuel Criset
8. Fermín Chumpitáz
9. José Arias
10. Jacinto R. Chauca
11. Martín E. Chauca
12. Ruperto Gómez
13. Santiago Arias
14. Anacleto Agapito
15. Nemesio Agapito
16. Manuel Arias
17. Juan Aburto
18. José de la Cruz Arias
19. Fortunato Torres
20. Juan de Dios Quispe
21. Pablo Manco
22. Lucas E. Champác
23. Narciso Cuya
24. Buenaventura Cuya
25. Cipriano Cuya
26. Saturnino Yaya
27. José A. Agapito
28. Calixto Chumpitáz
29. Eulogio Rodríguez
30. Rosas Arias

FUENTE: Escritura del Convenio de División y Adjudicación de los terrenos celebrados por los concesionarios de la obra de irrigación de las pampas de Azpitia, el 12 de agosto de 1,903, ante el Notario Dr. J. Octavio de Oyague, Lima; cuyo original se encuentra actualmente en la Sección Notarías del Archivo General de la Nación.